Cuando llegamos a Ezeiza como dos escolares de vacaciones o como dos seniors más bien con permiso de ausencia por 20 días, el responsable del check in nos mira sonrientes y nos dice....vuelvan mañana, su vuelo a Frankfurt no es posible!
Shock total.
-Cuál es la causa? pregunto.
-Ud. vuela a Frankfurt para hacer la conexión a Copenhague?-
-Exacto,-
-Pues en Frankfurt están de paro- contesta sonriente.
-Pues entonces vamos igual a Frankfurt y ahí vemos qué hacemos-contesto también sonriente.
A regañadientes nos subió en el vuelo de Lufthansa.
Cuando aterrizamos en Frankfurt después de un vuelo muy incómodo, (con el avión a reventar nos había tocado los últimos asientos antes de los baños, esos que no se reclinan y cuando el que va en el asiento de adelante reclina el suyo se te clava en el esternón) el aeropuerto era un verdadero caos.
Las colas para reprogramar vuelos eran infinitas, los empleados estaban al borde del colapso y los viajeros al borde del crimen pasional.
El Partner marchó con su serenidad habitual a ver cómo arreglar el problema.
Como divertida espectadora (agotada pero divertida) me dí cuenta de que el caos provenía de la falta de ejercicio que tienen los alemanes frente a las huelgas.
La maquinaria tiene que ser perfecta y cuando no lo es...catástrofe!!!!
Pero, nosotros los latinos ,estamos acostumbrados a que la maquinaria nunca es perfecta ,jamás de los jamases, a aguantarnos los paros y las huelgas y vivir a pesar de eso con relativa normalidad.
Después de una hora... apareció el Partner con la solución.
Tras varios intentos de distintas conexiones horripilantes como ir a Rusia y después a Suiza y volver a Copenhague...la solución era tomarse un tren hasta Dusseldorf, un taxi hasta el aeropuerto de esa ciudad y volar hacia el destino.
Así empezó nuestra aventura por Escandinavia como palomas perdidas en la oscuridad, dando aletazos sin ton ni son.
El viaje comenzaba en Copenhague, seguía por Noruega , Finlandia y finalmente Suecia.
Maravillosa Estocolmo.........pero cuando llegamos finalmente después de rodar tanto, un Congreso mundial de Nefrología ocupaba todos los alojamientos del centro y nos llevaron a un hotel en Arlanda, junto al aeropuerto.
La cosa no estuvo mal , durante cuatro días que teníamos de libertad, nos pusieron un bus a disposición del tour, que nos llevaba tipo 11 de la mañana al centro y nos devolvía al Hotel a las siete de la tarde.
Desde la ventana de nuestra habitación , muy cerca del hotel, se veía un inmenso Jumbo estacionado. Lo teníamos casi al lado ...pero las pistas estaban muy lejos de ahí!!
Algo no estaba en su lugar....pregunté por ahí a qué se debía el tal avión estacionado.
Pues que el tal avión ...era un hotel!
Impresionante! para estar una noche junto al aeropuerto, genial, pero un poco claustrofóbico el lugar.
De forma que todos los días al correr las cortinas veía los movimientos de gente que entraba y salía.
El primer día que nos soltaron en el centro fuimos caminando y cruzando puentes hasta la isla de Kungsholmen, al borde del lago Malaren, ese edificio de ladrillo rojo y cúpula dorada, con la Torre de las tres coronas , símbolo sueco.
Allí, en el Salón Azul, que no es azul, se realiza el banquete de los Premios Nobel todos los diciembres.
En realidad, la historia de Alfred Nobel (1833 1896) es muy interesante.
Nació en Estocolmo pero recibió instrucción tanto en San Petesburgo como en Estados Unidos , donde consiguió el título de ingeniero mecánico.
Luego volvió a Rusia a trabajar en las minas con su padre en la manipulación de explosivos.
En una mina familiar en Suecia, y después de que un explosivo matara a su hermano pequeño y a otras cuatro personas, elabora otra mezcla para disminuir la volatilidad de la nitroglicerina...y aquí está ......la dinamita!
Si bien la mayor parte de los ingresos los generó con la venta de estos explosivos, Nobel era un inventor que llegó a conseguir 355 patentes distintas.
Pero en el fondo era un pacifista y el hecho de que su invento fuera utilizado para la muerte le supuso fuertes cuestionamientos de conciencia.
A su muerte , tenía una cuantiosa fortuna.
Al abrir su testamento, la sorpresa que se llevó la familia, compuesta por la rama sueca y la rama rusa, fue que donaba el 94% de sus fondos y de lo que pudieran generar una vez invertidos, para establecer premios dirigidos a investigadores en química, física, medicina, literatura y la paz.
Salón Azul, foto de Yana Li.
Se montó un tremendo escándalo , y el testamento tuvo que ser peritado, desmenuzado, estudiado , impugnado, criticado y modificado.
Tardaron años en ajustar las cláusulas y rechazar las controvertidas apelaciones de los familiares ( que por supuesto no habían quedado en la pobreza)
La rama sueca furiosa, la rusa peor...en fin.
Pero me llamó la atención las simples palabras de Nobel..
“Extender el conocimiento es extender la prosperidad -y me refiero a una prosperidad real, no a la riqueza individual- y con esa prosperidad desaparecerá la mayor parte del mal.
Los progresos de la investigación científica nos hacen abrigar la esperanza de que los microbios, tanto del alma como del cuerpo, serán gradualmente exterminados y que la única guerra que librará la humanidad en el futuro será contra esos microbios»
Los Premios comenzaron a hacerse efectivos en 1901.....y todavía....
Como sea, el edificio es precioso. El arquitecto planeó poner en las paredes unos mosaicos azules , así le dió el nombre a este salón, pero después el gustó cómo quedaba el ladrillo.
Estocolmo reina sobre 14 islas , pero el archipiélago está compuesto por más de 20000.
Se hace obligatorio el paseo en barco para tener una idea de lo magnífica y espectacular que es.
Vikingos al fin, pero modernos.
Y en eso pensaba......siguen sobre el agua en una eterna navegación, con sus barcos y sus enormes ventanales al lago y al mar.
Pero Estocolmo es para caminarla, meterte en las calles pequeñas y mirar la perspectiva , el diseño, la elegancia de las formas.
En esos días de 2015, justo cuando estábamos en Estocolmo estalló el tema de los inmigrantes, con aquél niño ahogado que apareció en la playa.
Los noticieros eran angustiantes , el dolor ardiente de los que escapan a las guerras y el hambre abría una herida sangrante en la gente de paz.
Yo regaba la habitación con lágrimas porque uno no puede sustraerse al entorno por más turista que sea.
En la estación de tren , la T-Centralen, caímos un mediodía después de una larga caminata.
Me fijé en tantas personas que esperaban....una indicación o alguna reubicación, gente que había llegado de tantos lugares con la esperanza en las caras, pero con arrugas de tristeza.
Y esas personas son como nosotros, gente común ,que tuvo que escapar del caos y la guerra.
Y como siempre digo que Viajar es mirarse en el espejo de los otros ,lo que impacta ese espejo , ya que cualquiera de esas historias puede ser la propia si un día, un gobierno delirante decide entrar en guerra y uno tiene que huir sólo con lo puesto y poco más.
Entramos a un Mc Donald a comer algo antes de seguir.
Y este local...había cerrado sus baños con alguna excusa. Seguramente para que los inmigrantes que esperaban en la estación no los usaran.
Pregunté dónde estaban los toilettes y me señalaron el piso inferior.
La limpieza que reina en esos lugares es impresionante. Todo ordenado, limpio y moderno, de un diseño sobrio y elegante.
En la cola para entrar tenía que pasar un molinete. Yo de sueco....nada, pero en inglés un guarda me indicó que tenía que pagar 10 coronas.
Y por lo bajo me explicó , que a muchos los dejaban pasar sin pagar porque no tenían cómo hacerlo, pero si yo era turista, podía poner 10 coronas.
Me pareció maravilloso, y le agradecí que me lo contara.
Una actitud tan distinta, tan humana y tan lógica.
Y así son.
Durante todo el viaje a Escandinavia no vimos ostentación, lujo o frivolidad.
Ví excelentes cosas, un nivel de vida muy bueno, elegancia y sobriedad.
Ese día inauguraban las sesiones del Parlamento.
Todo es tan armónico y ordenado, limpio y tranquilo.
Perderse en las callecitas es lo mejor, deambular sin destino por ahí uno encuentra sorpresas por todos lados.
Y así llegamos a Gamla Stan, el corazón de la Ciudad Vieja, y a la Plaza Stortorget.
Estocolmo, consiguió la prosperidad de su economía y sus puertos con la Liga Hanseática, igual que habíamos visto en las repúblicas Bálticas y en Polonia, y como prueba , las dos casitas típicas de la liga, se acuerdan? la que está pintada de rojo y a su lado ,la otra pintada de naranja.
Stortorget abunda en turistas y gente que se detiene y pasea por las tiendas ........sin saber quizás esta parte de la historia.....
Resulta que todos los escandinavos descienden de los vikingos, y todos sabemos, aunque nos resulten simpáticos o interesantes, que eran medio bestias, por así decirlo.
Durante siglos pelearon unos con otros y se invadieron mutuamente, hoy aquí , mañana allá...en fin, que era un lío de reyes y límites inaguantable.
En el siglo XIV Suecia, Noruega y Dinamarca estaban unidas por una misma coalición, Kalmar, bajo un mismo rey.
A este Christian II, danés el monarca, un día se le ocurre la idea de invitar a los políticos, miembros de la Iglesia y personajes destacados de Estocolmo, vamos, hoy serían los opositores , a un almuerzo en un gesto de acercamiento.
Qué bien, dijeron todos, qué buen gesto, y marcharon a disfrutar de un banquete.
Por supuesto fue una trampa, y Christian II ejecutó a todos , uno por uno, en lo que se llamó El Baño de sangre de Estocolmo, arrojando los cadáveres durante días a la Plaza Stortorget y tiñendo de rojo las calles de Gamla Stan, donde hoy los turistas y me incluyo, pasean tan cándidamente y compran recuerdos.
Afortunadamente el hijo de uno de los invitados salvó su vida y huyó, armó un ejército y unos años después en 1523, entró y declaró la independencia de Suecia que se festeja el 6 de junio .
A mediados del siglo XX empezó a construirse el Metro de Estocolmo, al que hoy llaman la galería de arte más larga del mundo.
La estación de Kungstradgarden...impecable, impoluta, y previsible.
Alguien me dijo una vez que si todo es previsible...es muy aburrido.
A mí me gustaría aburrirme aunque sea por dos años, a ver cómo se siente.
Vivir sin sobresaltos y ordenadamente....un paraíso!
El tema de los inmigrantes me había conmocionado.
El mundo está cambiando y rápidamente.
Cuando en el colegio estudiábamos corrientes migratorias parecía que se desarrollaban a través de siglos. Todo parecía eterno.
Hoy, la lucha por la supervivencia es minuto a minuto.
Alianzas y estrategias cambian de bando sin ética ni tiempo que las demore. Y esas son como olas que vienen y van , a merced siempre de otros decisores.
Sin embargo, si uno piensa en esto sobre una línea de tiempo, calcula que siempre fue así y lo que hoy nos alarma es la rapidez , la inmediatez de lo que se puede ver y nos impacta.
Un escritor sueco que me encanta, y no sólo por sus novelas policíacas, a quien conocimos en una Feria del Libro aquí, en Buenos Aires es Henning Mankell.
Murió en ese mismo año 2015.
Esta es una frase suya...
"Sin la alegría de vivir, sin el ansia de vivir, no hay seres humanos. Quienes se ven privados de su dignidad y luchan por recuperarla, luchan en la misma medida por su derecho a reconquistar las ganas de vivir.
Las personas que tratan de salir de un campo de concentración o de sociedades agrarias depauperadas e ir a los prósperos países de Europa, y cuyos cadáveres arriban a las playas de Lampedusa y de Sicilia, también pretendían recuperar la alegría de vivir.“
Henning Mankell.
Un lugar que me fascinó de la ciudad es el Museo Fotografiska.
Hay siempre varias exposiciones entre las fijas y las itinerantes, siempre lindísimas.
En el piso último existe una café con inmensos ventanales para tomar fotos de la ciudad, y descansar aprovechando un excelente café con muffins de frutos rojos o abundante chocolate .
Me gustaría....pensar que todo permanecerá igual.
Pero es infantil .
Todo cambia.
Y el viajero es un mero espectador, es el ojo ajeno que mira por el agujerito de la cerradura y ve...sólo una parte pequeña de la realidad, sólo lo que el tamaño de la cerradura le permite.
Lo bueno es darse cuenta de que el movimiento es permanente y aprender a vivir con eso.
Según lo que pude ver desde ese pequeño agujerito, Europa está cambiando. Viejos acreedores empiezan a querer cobrarse las deudas pendientes.
Débiles se convierten en fuertes y fuertes a quienes los ataques los encuentran desprevenidos en su abundancia, se vuelven débiles.
Es sin más, el movimiento del mundo desde que es mundo.
En este aspecto, nada ha cambiado.......y eso no es bueno.
Mientras paseábamos por el paseo marítimo pensaba en Nobel y sus ideales, y en que , un siglo después, todo sigue igual.
La lucha entre los pueblos y las investigaciones para elaborar....armas más sofisticadas, biológicas y de las otras.
Pero, esa tarde, con una brisa que nos acariciaba, mirábamos el incesante ir y venir de barcos, y veleros. Disfrutábamos un atardecer en armonía, el color naranja y rojo acentuados en las casas y departamentos, los últimos rayos reflejados en sus ventanas.
Estocolmo elegante, sobria, alegre.
Y en el micro panorama , lo único que se puede hacer es convertirse en un mejor ser humano, en la esperanza de que esa actitud sea más contagiosa que el Covid, y que en algún lejano futuro sea el cambio, pero el cambio bueno.
Y atesorar esos minutos de asombro y de placer, cuando el suave atardecer te dice que no hay más gloria que el momento actual para provechar y guardar en el bagaje de la esperanza.
Henning Mankell
Escandinavia 2015
Hermoso el relato como siempre. Muy interesante. Y unas fotos buenísimas que permiten acercarnos a esa bella arquitectura.
Sorpresivo e intrigante inicio de nuestro viaje. Acostumbrados a sortear dificultades finalmente arribamos a Estocolmo. Allí por congresos mundiales el tema hotelero era un desastre. No obstante caminamos y conocimos el Banquete de los premios Nobel.En la estación de de tren inconvenientes humanos.Recorrimos la Ciudad Vieja,paseamos fascinados por el metro y nos deleitamos con un café en el Museo Fotografika para terminar disfrutando del atardecer con mi partner.