Estonia y la Revolución Cantada
El júbilo y la alegría que te invaden cuando llegás a Tallin, Estonia, te llama la atención.
Qué pasa por acá? Te preguntas . Todos contentos, sonrientes y amables.
Y cuando uno se mete en la historia te das cuenta porqué. Es una historia de resistencia y resiliencia también.
El pueblo Estonio tiene una pasión …el canto. Desde el siglo XIX vienen celebrando, riendo y llorando a través del canto y eso se sucede generación tras generación.
Su propia historia tiene que ver con grandes períodos de ocupación rusa primero, alemana después y otra vez rusa al finalizar la segunda guerra.
Muchos perdieron sus casas, sus familias, su vida.
Muchos resistían en los bosques, en agujeros en la tierra, camuflados como árboles, sin comida, convertidos en partigianos,….resistieron hasta que mataron al último de ellos.
La ultima dominación rusa fue feroz, intentaron destruir lo poco que les quedaba, el orgullo de ser estonios, su cultura y costumbre.
Pero no lo consiguieron.
Si les gustó la escena de Casablanca en el bar lleno de alemanes, cuando los franceses se levantan y cantan la Marsellesa…esto les va a gustar también ..y a emocionar.
A través de los años se celebraban festivales de canto, era la principal actividad cultural del pueblo.
“Con la ocupación soviética de Estonia tras la Segunda Guerra Mundial, Stalin vio en las aglomeraciones del Festival de la canción un caldo de cultivo perfecto para la propaganda, y en 1947 se celebró en Tallin el primer Laulupidu bajo dominio ruso. “Las autoridades soviéticas habían cambiado el repertorio y habían introducido cada vez más himnos de propaganda. Incluso pusieron coros de soldados soviéticos para cantar sus propias canciones”, afirma Maris Hellrand.
Pero todo dio un giro en el festival de 1969.
Al acabar el evento, el coro empezó a entonar de forma espontánea el tema patriótico en letra estonia: ‘Mu isamaa on minu arm’ (mi patria es mi amor) apoyado por la multitud. Los autoridades soviéticas, sentadas en primera fila, le ordenaron a la banda militar que acallara el canto, pero no fue posible. Tras unos momentos de duda, el director decidió subir al escenario para dirigir la orquesta.
“Tuvo que ser un momento muy fuerte”, opina Hellrand , “hasta para el régimen más autoritario tiene que ser difícil justificar el hecho de disparar a 20.000 personas que están cantando. De alguna manera, fue un límite que no pudieron cruzar”
A partir de ese momento en cada festival o en cada acto Ruso, al final los grupos se quedaban cantando sus canciones patrióticas, seguían practicando en la clandestinidad , convirtieron la pasión por el canto en su mejor arma.
En 1991 se declararon independientes, sin derramar una gota de sangre.
Cuando estás allá sentís esa alegría y ese júbilo contagioso y una emoción tremenda.
Hoy se recuerda así
El último Festival fue en 2019, el próximo en 2024.
Me gustaría volver en esa fecha para ser parte de esa historia,
caminar por las calles medievales , comer los cartuchos de nueces calientes confitadas mientras pienso.....
que a veces el amor puede más que el odio.
Que la pasión puede más que la fuerza.
Muy bueno tu comentario
Gracias Sarita!!! sí, me emocionó mucho y sentí que tenía que contar esto.
Una maravilla como redactaste el lugar! Con mucho amor! Yo lo viví en 2 oportunidades ! Y es muy cierto ! La gente ! Con mucha amabilidad! Y siiii!!! Cantan !!! Las manualidades que hacen son increíbles! Lo camine mucho y parecía estar en otra epoca
Observar el video del festival y percibir el fervor patriotico reflejando sus emociones relacionadas al sentimiento de libertad es contagioso.